Postura de conducción ciclista

La postura de conducción correcta es la que evita lesiones, optimiza la fuerza del pedaleo y proporciona la altura adecuada para tener una visión global con la que anticiparse en el tráfico.

La altura del sillín y su posición antero-posterior influye en la postura de conducción. La altura apropiada se consigue al quedar una pierna completamente extendida cuando nos sentamos sobre el sillín, apoyamos los talones sobre los pedales y colocamos uno de ellos en el punto más bajo. Sin embargo, al pedalear el pie se debe apoyar en el pedal con la parte delantera (la almohadilla de la planta del pie debe de coincidir sobre el eje del pedal), por lo tanto, las piernas no llegarán a extenderse por completo. Por su parte, la ubicación antero-posterior del sillín es la idónea cuando la rodilla y el eje del pedal no quedan uno adelantado sobre el otro, sino que coinciden en la misma vertical. Por otro lado, el sillín debe colocarse paralelo al suelo para que el cuerpo repose sobre las dos tuberosidades isquiáticas (vulgarmente, los “huesos del culo”).

Por último, la altura del manillar debe coincidir con la del sillín para distribuir el peso corporal entre la columna vertebral y las manos. La posición antero-posterior correcta del manillar es la que permite mantener la mirada hacia el frente con el tronco ligeramente inclinado hacia delante y sin flexión del cuello hacia atrás para evitar molestias en las cervicales. Además, para reducir el tiempo de respuesta en la frenada, los dedos siempre deben ir colocados sobre las manetas de los frenos pero sin flexionar las muñecas para evitar lesiones en esta articulación.

© Todos los derechos reservados Jordi Tatay y Rafa Román. Granada, 2014

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