PROBLEMA:
En todos los municipios del área metropolitana, salvo en Granada capital, entre el 90% y el 95% de los desplazamientos superiores a 500 metros son intermunicipales y la absoluta mayoría se dirigen a Granada capital. El 80% de estos desplazamientos se hacen en automóvil privado (coche y moto), ya que, en primer lugar, hay una elevada presencia de aparcamientos disponibles y, en segundo lugar, tan solo se tardan 20 minutos para ir de un extremo a otro del primer cinturón metropolitano, mientras que en transporte público colectivo se puede llegar a la hora. Además, la absoluta mayoría del espacio público urbano está destinado a la circulación y aparcamiento de vehículos (PMUS de Granada, 2013; Plan Transporte Metropolitano de Granada, 2023).
Todo esto hace que Granada sea la ciudad, por un lado, más ruidosa de Andalucía, siendo el tráfico de automóviles privados el generador del 70% del ruido; y, por otro lado, la ciudad con el aire más contaminado de España, después de Madrid y Barcelona, debido mayoritariamente a la quema de combustibles fósiles por automóviles privados, contribuyendo también al aumento de gases de efecto invernadero y, por tanto, al cambio climático (Plan de Transporte Metropolitano de Granada, 2023).
SOLUCIÓN:
Además de reducir las necesidades de desplazamiento, es preciso reducir el uso automóvil privado en el área metropolitana. Esto no se consigue creando Zonas de Bajas Emisiones para cambiar de coche, sino creando Zonas de BienEstar para eliminar el tráfico paso de automóviles y en busca de aparcamiento, independientemente de la etiqueta ambiental que se disponga.
Para ello, hay que reducir la disponibilidad de aparcamiento para automóviles privados en el destino cotidiano, sustituyéndolos por árboles y espacios dedicados a actividades de convivencia y no circulatorias; aumentar el número de calles de prioridad peatonal en todos los barrios; establecer zonas de acceso exclusivo para bicis, VMP, transporte público colectivo y automóviles privados de residentes; así como paralizar los proyectos de nuevas autovías metropolitanas (VAUs y Ronda Este) y destinar esos recursos a crear plataformas reservadas para el transporte público colectivo en las infraestructuras viales ya existentes.
Además, es necesario facilitar la conducción de bicicletas y VMP mediante formación para la conducción autónoma en calzada, aparcamientos seguros contra el robo, adecuación de la red de caminos de la Vega, la implementación de arcenes de, al menos, 2 metros de ancho a cada lado de las carreteras interurbanas e igualar los derechos y deberes del conductor de VMP a los que tiene un ciclista.
Oficina de la bicicleta de Granada 
Totalmente de acuerdo. Hay que fomentar un uso de la bici que sea algo absolutamente cotidiano, habitual, diario, que se coge sin pensarlo, como primera opción, para micro-desplazamientos, al trabajo, compras, actividades de ocio. Para eso hace falta concienciación, educación, no sólo para coger el hábito sino también para el respeto por la propiedad ajena (robos de bicis) y consideración positiva (quejas de peatones y vehículos a motor cuando se circula) hacia la única forma de movilidad activa capaz de llevarte casi a cualquier sitio de forma eficiente, rápida y saludable.